En todo viaje es importante tener muy en cuenta el equipaje que vamos a llevar. El nuestro se ha convertido en otro de los recursos con los que poco a poco vamos aprendiendo y vamos descubriendo el mundo en esta maravillosa aventura que Zowi nos ha propuesto.

Cuando recibimos la invitación a participar en este viaje alrededor del mundo, lo primero que nos preocupaba era donde íbamos a poder guardar todos esos recuerdos de los lugares donde íbamos a ir. Además de recuperar los tesoros de Zowi, nos pareció una buena idea llenar una maleta propia con nuestros recuerdos de viaje, porque ¿Quién no se trae de recuerdo algo de cada una de sus aventuras?

Con ayuda de los papás y las mamás hicimos unas maletas preciosa, únicas, pues cada una lleva nuestra seña de identidad y es diferentes, maletas grandes o pequeñas, maletas con asa de mano o de hombro, de diferentes materiales y con diversos adornos.

Esta  primera actividad nos permitió hacer partícipes a nuestros papás y mamás de la aventura en la que íbamos a participar, y nos ayudó a invitarles a que se subieran al viaje con nosotros.

A lo largo de nuestro viaje, nuestra maleta se está llenando con muchos recuerdos a través de los cuales fomentamos las competencias básicas entre las que destacan la competencia artística, al pintar con tinta india o elaborar una taza de té, la competencia lingüística por medio de billetes nominales de viaje que debemos de rellenar, carnés de chef o entradas de cine de Hollywood, la competencia del entorno, al pegar las banderas en nuestra maleta o la competencia digital, con christmas que esconden vídeos en qr.

Nuestra maleta es algo muy especial, y por eso al acabar cada viaje la llenamos de todo lo que , mediante retos, juegos y experiencias hemos ido recogiendo de cada país.